HISTORIA DE LOS GRUPOS DE ESPERANTO: EL GRUPO DE ESPERANTO DE VALENCIA,

POR JUAN ANTONIO JIMÉNEZ.

16 de Septiembre de 1.909.

El día 16 de Septiembre 200 esperantistas fueron de excursión a Sagunto siendo recibidos en la estación de la ferrocarril por las autoridades municipales. Visitaron el castillo recorriendo las calles de la ciudad entre aplausos y saludos de los saguntinos. Los excursionistas se dividieron en grupos para visitar la muralla y los restos históricos con tan mala suerte que de una ellas resbalaron dos señoras y tres caballeros que tuvieron que ser atendidos por la Cruz Roja. Una vez más se comprobó la eficacia del Esperanto cuando el capitán Perogordo intervino para traducir entre el herido Sr. Mattés y el médico.

Mientras tanto, en Valencia, los matrimonios Zamenhoff y Sebert, que se proponían ir al puerto, tuvieron que quedarse a visitar la exposición por causa de la lluvia; les acompañaba el Dr. Aguilar y los militares Loira e Inglada.

Un hecho acaeció aquella tarde que demostró el altruismo del Dr. Zamenhoff: una señora le pidió al doctor que operara su ojo enfermo, cosa que realizó ayudado del Dr. Aguilar, ambos oftalmólogos, en la clínica de este último. El Dr. Zamenhoff no quiso aceptar dinero de ella, pero ante la insistencia de ésta el lo tomó y lo pasó al Grupo de Esperanto de Valencia.

Tras un abundante y variado té ofrecido por el Ayuntamiento fueron al salón del Gran Casino donde concluyó el día.

17 de Septiembre de 1.909

Hacia las nueve de la mañana partieron de Valencia casi todos los esperantistas y entre ellos el matrimonio Zemnfhoff: otros se quedaron para viajar a las Islas Baleares, y algunos celebraron una fiesta de despedida en el restaurante Miramar de la Playa.

Tras el gran éxito del Postcongreso, el fervor por el Esperanto se extendió por toda la Comunidad Valenciana, nuevas asociaciones y más cursos surgieron por todas partes.

Inglada tradujo las obras de Benavente, dio por terminada la publicación de la revistas “El Sol Español” porque el Esperanto continuaba por sí mismo. En aquellas época, la Gaceta de Madrid del 15 de Agosto de 1.911 publicó una orden por la que se aceptaba la introducción del Esperanto en todas las escuelas de España.

El valenciano padre Guinart con el Sr. Perogordo de Madrid fueron a Amberes con ocasión del 7º Congreso Universal de Esperanto par a imponer a Zamenhof, en nombre de su Majestad el Rey, la Cruz de la orden de Isabel la Católica.

En 1.913 nuestro infatigable Jiménez Loira reedita la revista “El Sol Español” al mismo tiempo que los Congresos Nacionales van tomando cuerpo e importancia. Andrés Piñó representó al Grupo de Esperanto de Valencia en el 4º Congreso Catalán en Olot.

La Primera Guerra Mundial tuvo sus consecuencia hasta en un país neutral como España. La revista El Sol Español ya no volvió a aparecer y fue sustituida por otra más modesta, la Federación Esperantista de Levante que, publicada en castellano, representa ya sólo al grupo de Valenciana. El ambiente bélico llega a muchos sitios, y los grupos medio desiertos acaban por desaparecer.

La crisis de las relaciones internacionales, causa de la terrible guerra mundial afligieron a la humanidad y con ello al movimiento esperantista que en España cerró filas para estructurarse en una organización más actual. Apareció la idea de la Confederación, cuyo primer Congresos se formó aprovechando el 7º Congreso de la Federación Catalana en Reus el año de 1.916 y donde los esperantistas valencianos hicieron acto de presencia y participación. Transcurrido el año 17 cuando se tuvo la triste noticia de la muerte de Zamenhof. El grupo de Valencia, como todos los de España, celebró una importante reunión en honor del creador del Esperanto.

SEGUNDA ÉPOCA

Entre las dos guerras mundiales empezaron a desaparecer los pioneros esperantistas, forjadores del Movimiento Esperanto, entre ellos el famoso Augusto Jiménez Loira, fundador y presidente del Grupo de Esperanto de Valencia, de la revista El Sol Español y autor de muchos artículos y obras en Esperanto. Lo que pone a prueba la perseverancia del Esperanto y la continuidad de la labor realizada por los pioneros.

La fraternidad de los esperantistas se puso a prueba cuando se recibió la llamada de la Sociedad de Esperantistas de Graz (Austria) denunciando la terrible situación de los niños austríacos causada por la pasada Guerra Mundial y pidiendo ayuda para mitigar su hambre.

Los Señores Mañez, Cheste y Llorens, de Valencia, colaboraron fuertemente en esta labor que se centró en Zaragoza para aceptar niños esperansitas de 10 a 14 años, que en número de 326 se repartieron por toda España durante todo un año.

El crecimiento observado en de los Grupos Socialistas en Europa provocó el nacimiento en Valencia del Grupo Laborista que se unió s SAT (Asociación Mundial de los sin nación) utilizando el Esperanto como idioma de intercomunicación.

Siguiendo el ritmo de las Confederaciones, se fundó la “Federación Levantina Esperantista” donde nuevos esperantistas tomaron la antorcha de los que habían fallecido. Alguna figura queda como el General Elizaicin, de Alicante, que fue el Presidente y el resto, todos seguidores de los pioneros, son de Valencia o sus pueblos. El abogado Andrés Piñó de Valencia, el doctor Serra de Lliria, D. José Martínez diputado y cronista de Valencia, D. Luis Jordana de Pozas, profesor de Derecho; D. Manuel Caplliure, experto profesor de Esperanto en la Universidad, Dr. Llorens, médico de Pedralba, D. Francisco Mañez de Cheste y muchos más de reciente hornada que salen a la palestra de la divulgación el Idioma, organizaron todos ellos, en el año 1.923 el Congreso Nacional cuyo presidente de honor fue su Majestad el Rey D. Alfonso XIII. Congreso que fue llamado “Primer Congreso Ibérico” y en memoria de ello se erigió un lápida en el Colegio de las Escuelas Pías de Valencia, donde todavía se conserva.

Extendido por toda España el movimiento Esperantista, fueron organizándose congresos anuales nacionales por todo el territorio nacional, estando representada Valencia en todos ellos. El Congreso e Bilbao, del año 24; el de Madrid del año 26, y así todos. En el año 24, en el pueblo de Cheste, se desarrolló el 2º Congreso de los esperantistas valencianos con participación del veterano Mañez; el presidente de la Federación Sr. Piñó, junto con Caplliure, Soler, Serra de Liria, Mingano de Benetuser, Requena de Benimamet, Jordana de Pozas y otros.

El año siguiente, 1.925, se celebró el 3º Congreso Regional de la Federación.

El abogado Piñó representó a Valencia en la Universidad de la Sorbona de París, donde se celebraron las “Conferencias para el uso del Esperanto en las Ciencias y el Comercio”.

En 1.926 se celebró el 6º Congreso Nacional, la Federación Levantina de Esperanto estuvo representada por los valencianos Soler y Valls, Andrés Piñó y Caplliure.

En 1.927 en el pueblo de Cheste, fue encontrado un joven que hablaba Esperanto y vivía en una gruta situada en un monte a unos dos kilómetros de la ciudad; a él se dirigió D. Francisco Mañez para aconsejarle la asistencia de un medico esperantista de la ciudad de Pedralva y al cual podía dirigirse en caso de necesidad; nunca se supo su nombre ni a qué nación pertenecía.

El hecho más sobresaliente de este período fue el nombramiento de D. Manuel Caplliure para impartir clases de Esperanto en el instituto de Idiomas de la universidad, donde se había estado impartiendo desde hacía 20 años. Aquel año los alumnos fueron becados por parte de dos instituciones: Industria y Comercio y la Cámara de Navegación.

También destacan los cursos de Fernando Soler durante el año 28 en la Sociedad Vegetariana y los del Grupo de Valencia; a D. Francisco Mañez le fue concedida la Medalla del Trabajo porque, tras el duro trabajo diario del campo, se dedicaba a dar clases es de Esperanto en Cheste y pueblos de alrededor.

La realización del 15º Congreso Catalán en Vinaroz y la proliferación de cursos así tenemos que en la provincia de Alicante los pueblos de Alcor, Elche, Latea y Catarroja; en la provincia de Castellón en Cerrera del Maestre, Burriana y Nules.

En Vinaroz y en Cheste los Ayuntamientos acordaron dar el poner nombre de Zamenhoff a dos calles principales.

El activo Andrés Piñó, presidente de la Federación Levantina de Esperanto, participó en Zaragoza, junto con los Presidente de Asturias y Aragón, en la redacción de los estatutos de la Federación de Esperanto.

En 1.931 aparece la figura de D. Luis Hernández Huertas en el Grupo laborista donde tanto destacó por su actividad política y esperantista.

Una veintena de músicos, dirigidos por Matías Márquez formaron en Valencia una orquesta denominada “Orquesta Esperantista” que amenizaba todas las fiestas.

La colección de “Cuadernos de Cultura “ publicó en castellano la obra de Manuel de Burgos “Un idioma para el mundo proletario”.

Desde el 1 de Enero de 1.934 la sede oficial de la Confederación Española de Esperanto fue Valencia. Estaba en la calle de Sangre número 9-11 y ese mismo año la Asociación de los Apátridas (SAT) celebró su 14º Congreso Internacional en Valencia, con una asistencia de alrededor de 400 esperantistas pertenecientes c a 13 países, siendo D. Luis Hernández Lahuerta el presidente del Comité Local Organizador del que se conserva todavía la calle dedicaba a Zamenhoff.

Cursos en el grupo Ĉiam Espero de Callosa del Segura, que recibieron gran número de estudiantes.


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