Esperanto: nueva lengua internacional

por L.L. Zamenhof


Artículo publicado en The Independent, periódico de Nueva York, el 11 de agosto de 1904


ESPERANTO es una lengua artificial neutral que tiene como objetivo dar a la gente de diversas naciones un instrumento para su común intercomprensión. A pesar de que muchos suponen erróneamente que el Esperanto quiere suplantar a las lenguas existentes, no se desea nada de eso. En casa y en el ambiente familiar, todos siempre hablaremos en nuestra lengua nacional; el Esperanto servirá sólo como base para comunicar a aquellos que no saben nuestra lengua.

Para disfrutar de la correspondencia con extranjeros ahora hay que aprender por lo menos cuatro o cinco lenguas foráneas. Esto es tan difícil que sólo algunas personas pueden conseguirlo; y esos escasos afortunados pueden comprender sólo pocas lenguas. El resto del mundo queda para ellos como un libro cerrado (sellado y lacrado). Por otra parte, si existiese un instrumento internacional, sería necesario aprender sólo ése, además de la lengua materna, para poder comprender y ser comprendido en todo el mundo.

Hombres instruidos han trabajado en este problema de la lengua internacional durante los últimos siglos. Se han realizado muchísimas propuestas para crear esa lengua, pero todos los proyectos murieron al poco de nacer, porque parecían muy difíciles. Ahora, al final del siglo diecinueve han aparecido dos sistemas que parecen verdaderamente prácticos y que han encontrado muchos adeptos. Se trata del Volapük y del Esperanto.

Pero la competencia entre los dos sistemas no duró mucho, puesto que la gran superioridad del Esperanto sobre su rival se hizo evidente para todos. Ahora el Volapük está olvidado desde hace mucho tiempo, y todos los amigos del asunto de la lengua internacional se han reunido alrededor de la bandera esperantista.

1 ¿Es posible la existencia de una lengua neutral artificial?

Todavía existen entre los que no conocen el tema, muchos que con aplomo científico hacen creer que tal lengua no puede existir, porque la lengua es un objeto orgánico y no se puede crear, y así sucesivamente. Los hechos son buenos testigos para probar que todo esto no tiene sentido. Todos aquel que no cierra intencionadamente los ojos puede convencerse fácilmente de que hace mucho tiempo que existen lenguas artificiales, de que cientos de miles de hombres de diversos países y naciones se escriben por su medio y se entienden vivamente oralmente en todo tipo de temas, y se entienden tan bien como si estuviesen hablando en su propia lengua materna, a pesar de que el uno no sabe nada de la lengua materna de su interlocutor. Es totalmente insensato dudar de lo práctico de la lengua a pesar de pruebas de ese tipo. Eso se asemeja al argumento de la sociedad alemana sobre la posibilidad de construir locomotoras, cuando en Inglaterra llevaba años utilizando ferrocarriles y los encontraban capaces de cumplir todas sus exigencias.

2 ¿Por qué no se elige una lengua ya existente, como el inglés, como herramienta internacional?

Nunca se podría elegir para el uso internacional una lengua natural. La auto estima e instintos de conservación de todos los pueblos nunca permitiría eso. El pueblo cuya lengua se eligiese ganaría una fuerza enorme sobre los demás, y pronto avasallaría a todos los demás pueblos. Pero incluso si conviniésemos que todos los pueblos eligiesen por iniciativa propia esa lengua existente, nadie ganaría, puesto que todas las lenguas naturales son tan terriblemente difíciles, que sólo podrían aprenderla a fondo aquellos que dispusiesen de una gran cantidad de tiempo libre y recursos económicos.

Durante siglos, los jóvenes estudiosos dedicaron largos años al estudio de la lengua latina, pero ¿se puede encontrar a muchos que posean libremente esa lengua? No obstante, si esos jóvenes se hubiesen dedicado *durante sólo la décima parte de ese tiempo* al aprendizaje de una lengua auxiliar internacional, todas las personas hoy en día serían comprendidos por sus semejantes. En algunas semanas se puede aprender el Esperanto lo suficientemente bien para comunicar libremente sus pensamientos.

3. ¿Sería juicioso aprender Esperanto hoy, si puede suceder que mañana aparezca otra lengua diferente y mejor que la substituya, con el resultado de que deberemos empezar a aprender otra lengua nueva?

Incluso teniendo esa preocupación de verdad, de que el mañana nos trajese una lengua mejor que el Esperanto, sería poco juicioso dejar de aprender Esperanto hoy, igual que sería poco aconsejable retrasar hoy la construcción de los ferrocarriles ante el temor de encontrar mejores métodos de transporte. Pero la verdad es que no debemos temer por el futuro del Esperanto. Todos los críticos han concluido que la lengua internacional del futuro debe obedecer a las siguientes dos exigencias:

  1. Su gramática debe ser lo más sencilla posible.
  2. Su vocabulario debe incluir las raíces que se reconozcan por su forma en la mayor parte del mundo civilizado; dicho de otro modo, que se puedan encontrar en la mayoría de las lenguas cultas.

Estos dos requisitos aclaran con precisión los principios fundamentales de la construcción de la lengua Esperanto. ¿Qué otra cosa puede, pues, introducir una nueva lengua?

Toda la gramática del Esperanto consiste en sólo dieciséis reglas breves y sencillas, que se pueden aprender en media hora. ¿Podría la nueva lengua dar una gramática más sencilla, y todo el mundo estaría de acuerdo en desechar el Esperanto, ya elaborado totalmente, probado en todos sus aspectos y muy extendido, en favor de una lengua nueva, cuya gramática se podría aprender quizá en quince minutos en lugar de en treinta?

Y ya que todas las palabras de la forma más internacional ya se han incorporado al Esperanto, se deduce que estas palabras deben figurar en el vocabulario de esta lengua ideal.

Tengamos todos, pues, la certeza de que aunque el Esperanto se pueda mejorar en el futuro, no habrá demanda de elaboración de un proyecto nuevo.

4. ¿Y cuáles son los aspectos principales el Esperanto?

Es notablemente fácil de aprender. Mientras que el aprendizaje de cualquier otra lengua exige la aplicación de muchos años, uno puede saberlo, tras unas cuantas semanas, lo suficientemente bien para un uso ordinario. Además, los eruditos a menudo pueden leer esta lengua libremente después de algunas horas de aprendizaje.

Por ejemplo, escuchemos a León Tolstoy cuando dijo:

"La facilidad de su aprendizaje es tal, que al recibir hace seis años una gramática del Esperanto, un diccionario y un artículo escrito en esa lengua, después de no más de dos horas de atención pude, si no escribirlo, sí leer sin dificultad en esta lengua.

En cada caso los sacrificios que le suponen a los hombres de nuestro mundo Europeo que dedique algo de tiempo al aprendizaje de esta lengua son insignificantes, y los resultados que pueden venir de ellos, si todos los cristianos -al menos los europeos y americanos- hiciesen propia esta lengua, serían tan enormes, que uno no puede dejar de hacer esta prueba".

La lengua debe su simplicidad notable no sólo al hecho de que la gramática se aprende en media hora y no tiene ninguna excepción, sino también a que posee diversas reglas que permiten a todos componer palabras a partir de raíces conocidas, sin tener que aprenderlas especialmente. Así, por ejemplo, el prefijo MAL da directamente el sentido contrario. (Bona, bueno, malbona, malo). Así al aprender las palabras alta, dika, proksima, luma, ami, estimi, supre, etc., que significan alto, grueso, cerca, ligero, luminoso, amar, estimar, arriba, etc., nadie necesita aprender las palabras contrarias malalta, maldika, malproksima, malluma, malami, malestimi, malsupre, que significan bajo, delgado, lejos, obscuro, odiar, despreciar, debajo, etc. Así todos pueden construir por sí mismos las formas contrarias de cualquier raíz que sepan mediante el prefijo MAL. También IN se utiliza para las formas femeninas. Al saber que patro, frato, filo, edzo, koko, bovo, etc., significan padre, hermano, hijo, esposo, pollo, toro, etc., uno no necesita aprender las palabras patrino, fratino, edzino, kokino, bovino, etc., que representan en inglés las palabras totalmente diferentes mother, sister, daughter, wife, hen, cow (madre, hermana, hija, esposa, gallina, vaca), etc.

Otro ejemplo es el sufijo IL, que significa instrumento, por cuyo medio algo ocurre. Así, al aprender que sonori, kombi, kudri, plugi, que significan en inglés to ring, comb, sew y plough (sonar, peinar, coser y arar), inmediatamente sabemos que sonorilo, kombilo, kudrilo, plugilo significan a bell, comb needle, plough, (timbre, peine, aguja, arado) respectivamente. En Esperanto existen unos cuarenta sufijos de este tipo, que nos permiten simplificar y abreviar la lengua de modo tan notable.

De cada palabra se puede formar automáticamente el substantivo, adjetivo, verbo, adverbio, participio, etc., simplemente añadiendo la terminación necesaria. Tomemos, por ejemplo, la raíz mort (muerte), que tiene el sentido de death. Todos saben enseguida que morti significa to die (morir), morto, death (muerte), morta, mortal, etc., porque todos los substantivos terminan en o, los infinitivos en i, adjetivos en a, y así sucesivamente.

Por eso no es preciso aprender esas formas de la palabra por separado. Se puede también combinar preposiciones con cualquier palabra y así formar sin aprenderlo cualquier matiz del pensamiento humano. Gracias a esto el Esperanto, a pesar de su notable simplicidad, es tan rico y flexible como cualquier lengua existente.

Por último, de cada palabra raíz se pueden formar series sin fin de composiciones, y esas palabras raíces se conocen generalmente por todas las personas educadas, pues el vocabulario del Esperanto consiste en esas palabra que se utilizan en las lenguas más importantes (como botaniko, direktoro, telegrafo, portreto, formo, etc).

En los tiempos actuales los esperantistas de cualquier pueblo visitan constantemente a colegas del extranjero. Al haber estudiando la lengua durante varios días o semanas, muchos esperantistas viajan por toda Europa, lo que hasta ahora les estaba vedado. En cada lugar encuentran colegas que les aceptan como hermanos, y con los que hablan de cualquier tema.

Además, se debe recordar también que se puede ser comprendido en Esperanto no sólo por esas personas que ya saben la lengua, sino ­también por los que no la saben! El Esperanto está construido de tal forma que lo que está escrito en él se comprende por el receptor gracias a un pequeño diccionario y una gramática impresos en unos pocos folios. Esto es una propiedad única que no posee ninguna lengua nacional. Tomemos, por ejemplo, la frase alemana Ich weiss nicht, wo ich meinen Stock gelassen habe (no sé dónde he dejado el bastón). Al buscar en el diccionario alemán-Esperanto, encontramos: Mi - blanka - ne - kie - mi - pensi - bastono a— etaĝo - trankvilanime - hava¼o.

Esta última propiedad del Esperanto tiene un significado práctico incalculable, porque capacita a todo el mundo a comprender al que sólo sabe Esperanto. Cuando éste necesita escribir una carta a un país extranjero, no necesita ya buscarse a alguien que sepa la lengua de ese país y pedirle que se la escriba, sino que él mismo puede escribirla directamente en Esperanto, y añadir en la carta los folios mencionados, impresos por supuesto en la lengua del receptor. Este puede comprender inmediatamente la carta.

A pesar de su construcción puramente matemática, el Esperanto también es agradable al oído. Su sonido se parece mucho al italiano. Como ejemplo, citaré los siguientes versos:

En la mondon venis nova sento,
Tra la mondo iras forta voko;
Per flugiloj de facila vento
Nun de loko flugu ghi al loko.

5. ¿Cuál es el estado actual del Esperanto?

En la actualidad apenas existe país donde no abunden los esperantistas. En muchas ciudades existen clubes y sociedades de esperantistas, así como círculos de lectores y cursos. Por ejemplo, sólo en París existen no menos de treinta cursos de Esperanto en diversos lugares de la ciudad.

A los que quieren conocer el estado actual del Esperanto en el mundo les recomiendo un folleto editado por el grupo esperantista de Lyon. Como resultado de una encuesta basada en informes recogidos en todos los centros esperantistas, este grupo editó "La diffusion de l'Esperanto dans le monde". El comité que realizó la encuesta consistió de las siguientes personas: Sr. Cledat, jefe de la Facultad de Literatura dela Universidad de Lyon, el Profesor de filología de la universidad y director de La Revue de Philologie Française, el Dr. Dor, el profesor honorario de la universidad de Berna, Sr. Offret, el profesor de mineralogía de la misma universidad, Vice Presidente de la Sociedad de Mineralogía Francesa, y también Secretario General del Grupo Esperantista de Lyon; el Sr. Patricot, director de una sociedad de seguros; el Sr. Quinson, fabricante de sedas; el Sr. Soulier, Profesor de Terapéutica en la Universidad de Lyon (Facultad de Medicina); el Sr. Toucheboeuf, antiguo fabricante de sedas.

Aproximadamente veinticinco periódicos y revistas se editan en Esperanto, una de entre ellas dedicada especialmente a asuntos científicos, editada por la famosa empresa Hachette, bajo el patrocinio de las siguientes personas y sociedades: Sociedad Francesa de Física; los profesores Adelskjöld (Estocolmo), Appel (París), D'Arsonval (París), Baudoin de Courtenay (San Petersburgo), Berthelot (París), el Príncipe Roland Bonaparte, los profesores Bouchard (París), Becquerel (París), Brouardel (París), Desamdres (París), Duclaux (París), Förster (Berlín), Haller (París), Henri Poincaré (París),Sir W. Ramsay (Londres), General Sébert (París).

El Esperanto también posee una literatura rica que, además de libros de aprendizaje y vocabularios en casi todas las lenguas europeas, contiene un número considerable de obras originales y traducidas, entre ellas diversas traducciones del Hamlet de Shakespeare, la Ilíada de Homero, Caín de Byron, y muchas otras. Los títulos de todas las ediciones en Esperanto se encuentran en la famosa Nomenclator de Esperantistas, editado por el Sr. Hachette en París.

A pesar de que hoy en día apenas existen países importantes del mundo civilizado en que no haya un centro esperantista y una revista, los Estados Unidos de Note América hasta ahora forman una extraña excepción. En los Estados Unidos que, por la naturaleza cosmopolita de sus habitantes, ciertamente tendrán un papel importante en la oficialización de la clave lingüística internacional, en el momento actual no existe ninguna sociedad central de esperantistas. Existe una sección en la exposición de San Luis, y se espera que esto despierte un gran nuevo interés por el asunto del Esperanto. Hasta que eso se efectúe, todos los que en los Estados Unidos se quieran adherir a este movimiento que tiene una relación tan importante en el bienestar futuro de la humanidad, así como los que sólo quieran adquirir el libro completo del Esperanto en la lengua inglesa (precio 40 chelines) y el The Esperantist Monthly (75 chelines al año), deben dirigirse al Club esperantista de Londres, 41 Outer Temple, London W.C.

Muestra añadida de la lengua Esperanto.

Otra circunstancia me hizo retrasar mucho tiempo mi salida pública con la lengua: durante mucho tiempo quedaba sin resolver un problema, que tiene un gran significado para una lengua neutral. Sabía que se me diría: "Su lengua será útil sólo cuando todo el mundo la acepte; por lo tanto no puedo aceptarla hasta entonces, cuando todo el mundo la haya aceptado". Pero puesto que "todo el mundo" no es posible sin "unidades" especiales anteriores, la legua neutral no puede tener futuro hasta que se pueda hacer útil para todas las personas en particular, independientemente de si ha sido aceptada por el mundo o no.

Sobre este problema pensé mucho tiempo. Al final, los llamados alfabetos secretos, que no exigen que todo el mundo los acepte antes, pero dan a todos destinatario no dedicado la posibilidad de comprender todo lo que se le escriba, si se le da la clave, me llevó al pensamiento de disponer la lengua también de forma que esa "clave", que al tener en sí no solamente todo el vocabulario, sino también toda la gramática en la forma de elementos especiales. Esta clave, totalmente independiente y ordenada alfabéticamente, daría la posibilidad de comprender la carta en Esperanto a todo destinatario sin aprendizaje previo de cualquier nación.

Varsovia, Rusia, 1904
L.L. Zamenhof.


Esperanto España.