Esperanto en las aulas

EL INSTITUTO DE EDUCACIÓN SECUNDARIA “ INFANTE D. JUAN MANUEL” IMPARTIRÁ LA ASIGNATURA “ESPERANTO" DENTRO DEL PROGRAMA OFICIAL DEL MINISTERIO DE EDUCACIÓN Y CIENCIA

El Claustro de Profesores del I.E.S. Infante D. Juan Manuel aprobó por 34 votos a favor y 30 en contra impartir durante el próximo curso académico 1.998-1.999 el Esperanto como asignatura optativa en bachiller.

Esto significa que los alumnos del IES. Infante D. Juan Manuel tendrán la posibilidad de aprender el idioma universal Esperanto en las mismas condiciones que el resto de los alumnos que quieran aprender cualquier otra asignatura.

D. Jesús de la Heras, Catedrático de la asignatura de inglés, es el profesor que impartirá clases de Esperanto.

Esta es la carta que envió nuestro compañero a sus colegas del Claustro antes de la votación:


Esperanto como Propedéutica

Estimado compañero:

Dentro de unos días se nos consultará sobre el tipo de Instituto que queremos, qué currículo deseamos que presente nuestro Centro.

Autor de la carta.

Como sabes, el año pasado presenté al Claustro una propuesta para impartir Esperanto como Propedéutica de las Lenguas Modernas, siendo mi propuesta derrotada por tan solo dos votos de diferencia. A pesar de que se me invitó a explicar mi propuesta, no contaba con ello, y aunque intenté aclarar en qué consistía, muchas cosas se me quedaron en el tintero y por la premura del tiempo no tuve la opción a aclarar posibles dudas.

Si no llevas en nuestro Centro más de un año, es posible que no me conozcas mucho, pues este curso estoy —a petición propia— impartiendo sólo el Primer Curso de la ESO en al Anexo, visitando el Módulo Principal del Instituto con poca frecuencia. Pero imparto clases de inglés en nuestro Centro desde 1980, siendo el miembro de mi Departamento más antiguo en el Centro. Por lo tanto, al diseñar esta asignatura no me ha movido un interés personal de aumentar mi horario o el de mi Departamento. Me he centrado en el interés pedagógico de nuestros alumnos.

El curso pasado se esgrimieron dos argumentos principales para votar contra mi propuesta —cosa inaudita en la historia de nuestro Instituto, por cierto—, a saber: mayor complicación para elaborar el horario de profesores por parte del Jefe de Estudios, y la posibilidad de dejar sin horas de clase a algunos compañeros de otros seminarios, pues las asignaturas complementarias alternativas se consideraron como competidoras entre sí. Este año me gustaría que todos votásemos las diferentes propuestas desde un punto de vista pedagógico y profesional de la enseñanza, y no meramente laboral.

A pesar de no contar nuestro currículum con el Esperanto, el horario de muchos de nosotros no es especialmente brillante este curso, y según los propios Jefes de Estudio, colocar varias asignaturas complementarias —y por tanto mutuamente excluyentes— en un mismo huso horario no representaría dificultad alguna. Sí que lo representan algunas otras asignaturas nuevas que no cabe introducir en ese huso horario. En el hipotético caso que dicho argumento tuviese algo que ver con la realidad, sería una cuestión técnica y no pedagógica, y por lo tanto más de tipo laboral que profesional..., para el Jefe de Estudios. Para los demás profesores sería indiferente.

En cuanto a la competencia entre las asignaturas complementarias, esa historia tiene dos visiones: restringir la posibilidad de elección al alumnado, dejándole sólo francés, informática y alguna más, evidentemente puede garantizar que los profesores de francés y matemáticas tengan menos problemas de horario, pero empobrecería tanto el currículum que podría provocar un efecto de rebote indeseado que nos hiciera perder muchos alumnos no solamente a los profesores de esos departamentos, sino también a los de todos los demás. Por el contrario, ampliar nuestra oferta de optativas sólo podría complicar un poco la vida al Jefe de Estudios —cosa que no está clara—, pero enriquecería el currículo de nuestro Centro de forma que el número de alumnos no sólo no decrecería, sino que podría atraer a otros nuevos, por lo que la matrícula podría aumentar ligeramente. O que, por una vez, pudiéramos elegir a nuestros alumnos en lugar de tener que admitir a todos los que solicitan estudiar con nosotros, por falta de espacio.

Pero veamos otras consideraciones más profesionales para nosotros, profesores:

La propedéutica, como sabemos todos, es el aprendizaje especializado previo que posibilita la adquisición posterior de una disciplina determinada. Por ejemplo, realizar palotes en Primaria facilita el aprendizaje de la escritura de los niños. Aprender una lengua que tiene reglas gramaticales claras y ninguna excepción facilitará no sólo el aprendizaje de las lenguas extranjeras que actualmente intentan asimilar con suerte varia nuestros alumnos, sino que también refuerza la adquisición de la lengua materna, como se ha comprobado reiteradamente en la práctica.

Cxu hxotoj esperantaj?

El Esperanto nació hace un siglo con vocación de servir de puente entre personas que poseen una lengua materna diferente, sin que ninguna de ellas se sienta obligada a utilizar la de la otra, pues estaría en una desventaja injusta, como hemos comprobado todos los que hemos salido al extranjero alguna vez. “No quiero extenderme mucho en la importancia inmensa que tendría para la humanidad la existencia de una lengua internacional”, decía el Dr. Zamenhoff en 1887, “reconocida por todos los pueblos, una lengua que sería la propiedad común del universo entero, sin pertenecer especialmente a ninguno de los pueblos existentes. [...] El muro infranqueable que separa las literaturas se desplomaría y las obras de los demás pueblos nos serían tan accesibles como las de nuestra propia nación. La lectura se volvería común a todos y con ella la educación.”

Básicamente, esto es lo que quiero yo para nuestros alumnos, los tuyos y los míos. En un curso nuestros alumnos podrían estar en posición de acceder a las obras literarias de otros pueblos, y serían más cultos. Lo que supone un reto más ambicioso que rellenar dos horas más de un horario. Mi pretensión es que por lo menos ellos puedan elegir. No usurpemos ese derecho suyo, si queremos conseguir una educación más democrática, más justa y más humana.

Todo lo que afirmo es comprobable documentalmente, y si tienes alguna aclaración que pedirme, estaré encantado de atenderte.

Murcia, a 16 de enero de 1998.


NOTA.- En el Correo próximo incluiremos el programa de la asignatura.




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